El Cabildo de Gran Canaria estudia un innovador sistema para convertir el agua que generan los hogares en apta para uso agrícola y exportarlo a países en vías de desarrollo que carecen de controles e infraestructuras para hacerlo, informó hoy el consejero de Sector Primario, Miguel Hidalgo.
Las investigaciones se encuadran en el proyecto ‘Adaptares’, que tiene financiación del programa europeo Interreg MAC, está liderado por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) y cuenta con la colaboración del Consejo Insular de Aguas del Cabildo y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, entre otros.
Ventajas del proyecto
Una de las grandes ventajas de esta propuesta es que se trata de un sistema que combina varios procedimientos de poca complejidad y baja necesidad energética, por lo que su uso puede ser beneficioso en países menos desarrollados del entorno de la Macaronesia.
Este sistema de percolación-infiltración se centra en estudiar la eficacia de la producción de agua a través de su paso por tierra y piedras de varios tamaños, un suelo bajo el que previamente han sido instaladas tuberías para recoger el líquido filtrado.
Tras ello, recibe un tratamiento de desinfección basado en un producto hecho con sal común al que se aplica una mínima corriente eléctrica, que puede ser generada por una pequeña placa solar, para lograr así su desinfección.
Resultado final
El resultado final es agua regenerada y desinfectada sin que sea necesario el empleo de otros métodos más costosos o complejos. Esta iniciativa, que está en fase de redacción, contará con 60.000 euros destinados por el Cabildo a través del Consejo Insular de Aguas en 2017 y las conclusiones definitivas estarán disponibles en 2020.